Aprendiendo a volar...sin Alas...

Aeryn estaba triste y sola, en un balcón.
Sola y sin alas...
Se había rebelado contra el diablo haciendo mal su trabajo y llevándole la contraria en todo, y por ello había sido expulsada del Infierno al mundo humano, pero esta vez para siempre.
Había caminado sin rumbo fijo y había terminado sentada en un balcón de la torre de una catedral.
Su ala, la única ala que le quedaba, la había estado acompañando desde que había salido del Infierno, pero ahora como por arte de magia estaba desapareciendo de su espalda, y las plumas de su preciosa ala blanca, que la hacia acordarse de su amado, estaban volando delante suya.
Ella solo las observaba y agachaba la cabeza, pero de pronto se fijo en que con las plumas de color blanco se estaban mezclando otras de color negro.
Se dio la vuelta y vio a Drake, mirándola fijamente.

- Yo también he hecho todo lo que he podido para que me expulsaran...y aquí estoy, para siempre.

Aeryn por fin pudo sonreír. Se levantó y besó a su amado, después se fundieron en un cálido abrazo.
Ahora los dos eran humanos, y lo serían para siempre.
Tenían que aprender a volar, pero a volar sin alas...
El amor había triunfado, había roto las barreras que separan el Cielo y el Infierno.
Dos Ángeles habían sido unidos por el destino y habían logrado desafiar a los dioses.

Su vida ahora la harían juntos...hasta la muerte.


FIN