sábado, 21 de noviembre de 2009
Aquella noche de Carnaval
Y aquella noche de carnaval te esperé en la puerta de la catedral.
Te esperé 5 horas, ni más ni menos, pero no apareciste.
Te llamé demasiadas veces para recordar cuantas y no cogiste el teléfono.
Subí a la barca de nuestros sueños, esa con asientos de cojines rojos y perfilados de oro, la que compré para nosotros.
Me puse mi máscara y salí a buscarte.
Era nuestra noche, la noche en la que te juraría amor eterno, la noche en la que nos besaríamos y nos cogeríamos de la mano, y saldríamos huyendo para alejarnos de los ruidos de la ciudad.
Me bajé de la barca en nuestro sitio especial.
Había una nota que decía: "Si no te abrazo en 24 horas creo que moriré."
Me di media vuelta y ahí estabas tú, sonriendo, y con los brazos abiertos para recibirme.
Desde ese día todos nuestros carnavales son especiales.
4 comentarios:
y que carnavales! de seguro ese ha sido el mejor
besos
Debió ser un gran abrazo para olvidar 5 horas de espera y cientos de llamadas no respondidas.
PD: creo que soy un poco rencoroso :P
Gracias a los dos.
Que ando un poco perdida y sin tiempo de leerme lo de nadie...
¡Pues ya iba yo a estar cinco horas esperando! Anda y que le den.
miau
con
frío
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