jueves, 14 de julio de 2011

Al final tuve que parar


Me dijiste que cogiese el avión de las doce, y yo quise hacerte caso, de verdad que quise.
Pero es que entre que me levanté tarde y me puse a hacer las maletas, porque no, no las hice el día anterior como tú me habías dicho que hiciese, pues al final se me echó el tiempo encima y salí de casa casi a las diez y media. Aunque aun así iba a tiempo...pero es que al final tuve que parar en mitad de la carretera. Y te preguntarás ¿por qué?, pues muy sencillo, porque se me había olvidado pintarme los labios con ese brillito de sabor a melón que tanto te gusta. Y eso era algo muy importante para hacer.
Después de todo, al final cogí el avión de las una.
Y yo es que no sé por qué la gente me miraba raro, si iba de lo más normal, vestida de negro con mis zapatos turquesas y mis maletas rosas.

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